miércoles, 20 de mayo de 2009

Cocina molecular en Moreno


Cocina molecular en Moreno

Dante Liporace su, chef ejecutivo, es el artífice de este proyecto.

VIE 15 MAY 2009 | 14:59

Ubicado en el histórico barrio de San Telmo, en la calle Moreno 376, y enmarcado por casonas antiguas, anticuarios y hoteles boutique, el restó propone un viaje hacia el placer de los sabores, los aromas y las texturas. El equipo de cocina cuenta con trayectorias únicas, que comienzan por la del mismo Dante Liporace, cuyos estudios se iniciaron en la Argentina con el Gato Dumas y que continuaron por los mejores restaurantes de Europa como Maskana, Tragabuches, Akellarre y el Bulli. Lo acompaña un equipo de cinco profesionales que trabajan con una sincronización y excelencia en el segmento gastronómico nacional, y que dan muestra de sus estudios y perfeccionamientos también realizados en los mejores restaurantes de Europa, todos con estrellas Michelin.

Fiducia Holding es el grupo inversor, y su compromiso va más allá de proponer un concepto diferente. Con Moreno, Fiducia esta marcando una nueva etapa en la historia de la cocina argentina y un nuevo hábito cultural; a costos accesibles.

Su sala, con 70 cubiertos, fue creada con un diseño clásico y distendido. La iluminación, la elección en su música, y la creatividad en sus mesas y sillas son detalles que marcan distinción.

Los platos cocinados al vacío, con nitrógeno, espumas y confites de los más variados sabores también serán acompañados por una intensa selección de vinos a cargo de la sommelier Paz Nasta, y por una amplia gama de tragos que fueron creados en equipo, con la dirección del reconocido barman Juan Pablo Acosta, y que solamente se podrán probar en Moreno.

Precisamente el concepto Moreno para la elección de sus vinos, también marca un punto diferencial. Si bien el comensal tendrá una amplia opción de nacionales e importados, el fuerte se centrará en la propuesta de los vinos de autor; únicos y distinguidos, y que combinan perfectamente con los platos tecno-emocionales. Paz Nasta y su equipo de sommeliers (quienes estarán en Moreno para asistir a los comensales) han realizado un amplio trabajo junto con la cocina de Moreno. Hay vinos recomendados para cada plato y para cada sabor experimental que se propone en el lugar.

Además, presenta una carta fusión, adaptada a las preferencias argentinas llevadas al concepto de la deconstrucción, donde el tamaño de las porciones también es un diferencial, ya que respeta la preferencia local.


Comentario personal

Esta es una nota interesante ya que pone en evidencia que en Argentina se está utilizando una nueva rama de la gastronomía que juega con texturas, formas, sabores, aromas, etc. Todo esto sirve para engañar a los sentidos y probar al comensal. Los sabores pueden no estar acordes a la forma de los alimentos, y viceversa, Es justamente, el juego con el nitrógeno, las espumas y el desarrollo de la gastronomía hasta lograr entender las fusiones moleculares lo que hace que esto se transforme en una comida única.

Al momento de ver el plato con alimento, se muestran formas que no conocemos, las cuáles pueden invitar a los curiosos a probarlas o alejar a aquellos que no acepten las innovaciones.

Creo que éste es un recurso a tener en cuenta al momento de organizar un evento en donde la creatividad pueda ponerse en práctica.

Sin embargo, como en todo evento, es necesario hacer coincidir el producto de proveedores de gastronomía molecular al público al que vamos dirigidos y también a los objetivos y tema del evento.

También es necesario destacar que si bien el juego con la presentación de los alimentos es un aspecto atractivo, el sabor de los mismos debe ser de calidad y agradable debido a que es algo que el asistente le da mucha importancia.


A continuación agrego algunas fotos obtenidas de la Web para dar una idea de las formas y texturas de este tipo de comidas.




Almendra Peña