lunes, 17 de diciembre de 2007

Crece el negocio de la diversión

Las fiestas se multiplican, son más sofisticadas y mueven millones
Tras la crisis, los argentinos volvieron a gastar en reuniones sociales. Y las empresas, a invertir en sus eventos. Ahora se busca poner la atención en los invitados y que todo esté organizado por profesionales.
«El carnaval carioca está out. El esmoquin lo usan sólo los híper formales. Las ligas fueron desterradas y la bola de espejos sigue idéntico camino. Las nuevas fiestas son cada vez más producidas, glamorosas, tecnificadas y, fundamentalmente, descontracturadas. Pasada la crisis, los argentinos están volviendo a festejar con todo. Y la consigna es, como nunca, disfrutar. El mundo de las fiestas mueve cifras impresionantes (ver aparte). El negocio se diversificó y existen servicios impensados tiempo atrás, cuando sólo bastaban el salón, el disc jockey y poco más. "Hoy, los predios no sólo alquilan el lugar sino que se ocupan de que todo salga bien. Y la gente busca un organizador, que le da la tranquilidad de que su evento será perfecto porque se capacitó para eso", explica el periodista especializado Juan Carlos Grassi, director de la editorial Ferias & Congresos. Grassi empezó a publicar hace 13 años la Guía Fiestas, y a esta altura ya es un libro: en la última edición listó más de 4.000 proveedores. "Crecieron mucho el Interior y las fiestas infantiles", agrega.La event planner Bárbara Diez, que organizó fiestas para muchos famosos, coincide: "Son más producidas, ya nadie discute que se necesita un ambientador, cosa impensada hace unos años. Se gasta más porque los clientes no quieren margen de error: quieren el éxito asegurado".Esa producción suele venir de la mano de la tecnología. "Se usan las pantallas de luces y las cortinas de agua en las que proyectás imágenes. Y plasmas donde se muestran los mensajes de texto que se envían los invitados por celular", cuenta Silvia Amarante, una event planner con 30 años de trayectoria. Como contrapartida, también se está incorporando la onda retro: "Pasó de minimalista a barroco y vintage, y el vals se vuelve a bailar. Pero, en realidad, la clave es que todo lo que uno quiere está de moda". En esto coinciden todos los jugadores del negocio consultados por Clarín. La tendencia son los eventos a medida, "descontracturados" y en los que todo está puesto para que los invitados la pasen bien. "En toda fiesta hay siempre un momento de 'descontractura'. En las sociales, la predisposición de los invitados está presente desde el primer minuto. En las empresariales siempre hay algo de timidez, pero también pueden ser muy divertidas", afirma el locutor Jorge Rossi, frecuente conductor de fiestas.Cecilia Nigro, gerente de Relaciones Públicas del Alvear Palace Hotel (un clásico de las reuniones de la alta sociedad porteña), asegura que las fiestas sociales fueron las primeras en volverse más "sofisticadas", y que las empresas tomaron el ejemplo: "La fiesta es un reconocimiento social. Ahora la ostentación no está puesta en el anfitrión, sino en el invitado". "Hay una búsqueda del disfrute genuino y de brindarle al otro un momento que recuerde", acota Damian Tazzioli, gerente de alimentos y bebidas. Los eventos del Alvear alcanzaron tal nivel de producción que van a tener que cambiar un ascensor para que puedan entrar los equipos a sus salones. Entre otras cosas, ya han hecho fiestas con motos y carrozas, y recrearon un palacio árabe y un bosque.La ambientación resulta fundamental para crear estos climas. Y aunque no hay mandatos, la tendencia ahora es que en la fiesta predomine un tema o un color. "Me piden mucho color negro, o todo blanco; plata, colores pastel, o azul o verde", detalla Javier Iturrioz, uno de los ambientadores top. "Puede tener que ver con el lugar, con el vestido de la novia (y repetir detalles de él) o con lo que le guste a cada uno", dice. Los shows son otra parte central de toda fiesta que se precie. Los musicales siguen a la cabeza, pero con ritmos más variados. "Tienen que ser participativos. En los casamientos se usa mucho la música disco de los 70 y 80, y en los cumples de 15, el hip hop y el regaetton", detalla Giannina Giunta, cantante y productora de shows. Le siguen la magia y las caricaturas, y cada vez surgen propuestas más nuevas, como obras de teatro. "La armamos sobre la vida de los homenajeados, a través de anécdotas y musicalizada con las canciones que forman parte de su historia", explica la actriz Lucrecia Pinto, que con su socia Efrat Wolns crearon hace tres años "Ellas a medida", un espectáculo alternativo al tradicional video de fotos. Sin embargo, el súmmum fue el cumpleaños que un conde dio en el Alvear: hubo 14 shows en continuado. "Seguía y seguía", dice Tazzioli, y sin quererlo resume el espíritu de las nuevas fiestas: interminables e inolvidables.
Detalles
El catering"Los livings impusieron el finger food —para comer con los dedos— y presentaciones de los platos para comer sin mesa de apoyo", cuenta Tazzioli. "Las fiestas giran alrededor de puestos: sushi, tex-mex, bruschettas", enumera Diez. También se usa armar mini-heladerías. Y se hacen menúes sin azúcar.Las bebidas"En las fiestas más exclusivas se están reemplazando las barras de tragos con wine bars", comenta Diez. "La tendencia es maridar platos con vinos", agrega Tazzioli.El souvenir"Tiene que ser un objeto de uso cotidiano: en una boda, una tortita; en una fiesta de 15, cosméticos para las chicas y botineros para los chicos", recomienda Silvia Amarante.El cotillónTemático, se usa en tandas de baile. "En especial árabe y de los 70 y 80", dice Amarante.La tecnología"Videoambientación con VJ y pistas de luces", sugiere Diez. Los videos se filman con tres cámaras. La novedad: dar un diario con la crónica de la fiesta.Música con famososLos grupos más convocados: Ratones Paranoicos, La Mosca y Los Auténticos Decadentes.
Fin de año, un verdadero boom
Diciembre, fin de año, mes de fiestas. La secuencia se multiplica desde la pequeña escala del grupo de amigos, hasta las mega fiestas corporativas de las empresas con clientes y/o empleados. "Este mes vamos a organizar más de 2.200 eventos para un millón de personas, con una inversión directa estimada de 300 millones de pesos", enumera Sergio Ventura, presidente de la Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones Empresariales y Proveedores Afines (AOFREP). Y esas cifras se refieren sólo a los 150 organizadores socios de la entidad. La importancia de las fiestas de fin de año es tal que hace cuatro años La Rural decidió abrir Celebration!, una unidad de negocios que se dedica exclusivamente a su organización. Por este movimiento, AOFREP lanzó una campaña para concientizar sobre los riesgos de manejar después de haber bebido alcohol. Durante las fiestas, pasarán en las pantallas el afiche de la campaña.
Adriana Santagati